lunes, 25 de mayo de 2009

"El Cuento del Tamal con Nueces"

La Sra. Chepa y el Sr. Ramón eran una pareja de "chepanos" que vivían en en mi barrio; ella, de buen temple; fuerte y negra como la pepa de sus ojos; él, también negro y de tosco carácter, vivía frecuentemente malhumorado, acostumbrado a gritarle a la Sra. como si fuera su hija; sus ojos eran claros como los de un gato; no parecían de él,  su poco cabello gris era lacio, y se lo fijaba al cráneo con aceite de coroso; como lo hacen ahora con el gel. 


Era un hombre extraño; alguna vez le pregunté a la Sra. Chepa: ¿por qué el Sr. Ramón era negro y de ojos claros? y ella, secretamente y con tono cómplice me dijo...-"es que su mamá era negra y se la cogió un gringo". Indudablemente que sus palabras me confundieron, pero fueran verdad o mentira ella bien sabía que yo guardaría en secreto su respuesta, al menos hasta ahora.


En los años en que todavía el "bacalao" era comida de "pobre entre los pobres", la Sra. Chepa hacía tamales para vender en navidad, cada fin de año ella se afanaba en las diligencias de esta faena; compraba el maíz; las hojas de "bijao", preparaba el pollo con una sazón que estoy seguro se llevó con sigo al cielo, compraba el "hilo pabilo" para amarrarlos y, tenía dispuesta la irremplazable lata de manteca para hervirlos. Cada año sólo le faltaba algo en su logística tamalera, siempre era un problema conseguir quién le moliera el maíz.


-"¿ Ramón, me mueles el maíz ?"... -"dile a tu otro marido", le contestaba con un tono de sarcasmo; él pasaba horas y horas sentado en un mugroso taburete de mimbre que en el centro de la sentadera le había hecho un hueco, parecía más bien un escusado (inodoro) de mimbre; la razón de esto era una hemorroides crónica que lo aquejaba desde poco antes de su jubilación; y el hueco lo aliviaba de la presión en el "ojo  jodido", como él mismo decía. La Sra, no tenía otro marido, pero él desde siempre la celó; y por eso siempre la golpeaba. Supongo que de ahí son el origen de las hemorroides, además de las "borracheras de romano" que acostumbraba darse cada fin de semana.


Como casi todos en aquellos tiempos, el Sr. Ramón se trataba la hemorroides con "medicina alternativa" ... una "Semilla de Ojo de Vena'o" (la semilla de un bejuco que también utilizan en México para el mal de ojo) la Sra. Chepa me dijo que cada mañana él cogía el "ojo de vena'o" y se lo metía en el culo; perdonen mi francés, pero justo así me lo dijo. Después de "encajarse" la semilla en el ano, Ramón procedía a sentarse en su mugroso taburete de mimbre hasta que Chepa lo llamara para almorzar; luego lo mismo hasta la cena; de modo que el "ojo de vena'o" hacía su trabajo de 6 de la mañana como hasta las 10 de la noche, cuando finalmente el Sr. Ramón se lo "destrababa", lo metía en una cajita de "Mentolatum", y se acostaba a dormir, "cansado de hacer nada"; hasta el día siguiente cuando la Sra. Chepa lo despertaba para el desayuno y así volvía a colocarse el "ojo de vena'o" en el "área afectada" para comenzar un día más.


Esta terapia creo que era de por vida; se decía que el "ojo de vena'o" NO DEBIA LAVARSE porque perdía entonces sus cualidades curativas... y el paciente corría el riesgo que se le "saliera la hemorroides". Estoy seguro que el Sr. Ramón nunca lavó ese ojo; no creo que se corriera el riesgo.


La Sra. Chepa desesperada porque no encontraba quién le moliera el maíz, decidió darme ese "chivo" a mí, aunque muy niño yo ya tenía la destreza para girar el brazo del molino y terminarle su trabajo; Ella prometió pagarme con "un Tamal", lo que NO me dijo es que eran 50 libras!!! de maíz sancochado; ...Me jodió!!!. Recuerdo que el Sr. Ramón desde su taburete y con una voz ahogada como para que no se le soltara la "semilla de ojo de vena'o" le gritó: -"¿Chepa, cómo mierda vas a poner a ese pobre lombriciento a moler esa vaina!!!"  creo que me sentí insultado, no recuerdo. Igual,  ya estaba acabando.


La crema de este cuento comienza la mañana del 23 de diciembre cuando después desayunar voy donde la Sra. Chepa, que me pidió que estuviera cerca por si necesitaba mi ayuda; ...fui aunque no soportaba el dolor del brazo por la molienda del día anterior. Cuando llegué encontré a la Sra. con su ojo reventado, lo tenía con sangre producto de una bofetada que la había dado, muy temprano en la mañana, el Sr. Ramón porque según decía él: ella le había botado "la semilla de ojo de vena'o" y ahora no soportaba el dolor en el trasero". 


Ella todavía llororaba y preparaba los tamales de pollo; recuerdo que separó una pechuga y sospechosamente sumisa, volteándo hacia su marido le dijo: -"Ramón, ésta es para tu tamal" y él ni se inmutó; el ardor por la hemorroides lo tenía abrumado. Después de unos minutos, la Sra. Chepa me llamó y me entregó una lata de Leche Klim con un poco de maíz sancochado, me guiñó el ojo roto y me dijo: -"toñito, muéleme este maíz que sobró"; Cuando estaba en eso vi que además del maíz estaba en la lata la "el ojo de vena'o" del Sr. Ramón; se me revolvió el estómago sólo de pensar en el tiempo que había pasado "fermentándose" en su trasero y ahora estaba en mis manos; miré a la Sra. Chepa y ella, otra vez me guiñó el ojo roto, haciéndome cómplice de su venganza. Sin pensarlo mucho la molí junto con el maíz y le llevé toda la masa a la Sra., mientras Ramón se quejaba y maldecía por su dolor.


En Navidad después de "malcomerme" el tamal de "pezcueso de pollo" con que me pagó la Sra. Chepa, pasé a visitarlos temprano, mientras desayunaban, el Sr. Ramón se comía su tamal de pollo sentado de lado para que no le molestara su hemorroides, pues no había encontrado aún su "ojo de vena'o"; la Sra. Chepa me dio un beso cariñoso y me preguntó si me había gustado el tamal, le dije que sí pensando que no; y antes de irme escuché que Ramón le preguntó a Chepa: -"vieja, ¿mi tamal tiene nueces?"  ... y ella le contesta -"Ay Ramón no jodas, cuando mierda tú has visto que a los tamales se le ponen nueces.!!!". y éste se lo tragó trozo a trozo. 


Yo en parte quedé feliz por contribuir con una venganza justa; y por otra parte me consuelo pensando que al Sr. Ramón la semilla lo haya curado permanentemente como un remedio por vía oral.

2 comentarios:

JLCaicedoG dijo...

Al final del cuento la semilla llego al mismo lugar
solo que en forma y via diferente.

manuelmm dijo...

Se puede decir que dona Chepa tenia "todos sus calculados friamente movimientos" Pobre de "Ron Damon" Pa' que se le quite lo mendigo.